Detrás de cada artista coexiste un batallón de individuos: gestores culturales, curadores, críticos de arte, historiadores, profesores y coleccionistas entre muchos. Jaime Crespo reúne y los fusiona a todos a través de un objeto íntimo, el jabón. Al igual que un curador, Jaime ha seleccionado una serie de entes que, él considera, "moldean" el mundo del arte en Puerto Rico.

El artista se ha dispuesto a exhibir residuos de jabones pertenecientes a algunos profesionales mencionados en un espacio estéril mostrando cada uno de ellos dentro de lo que pueden ser, entre ellos, frascos de boticario, y como si tratara de espécimen de un cuarto de maravillas o gabinetes de curiosidades. Ha hecho de lo privado un espectáculo público.

Tal recolección de los jabones por el propio artista, levantó sospecha en algunos participantes quienes preguntaron el propósito de esta colección, pues el jabón se podría considerar un instrumento personal. Cabe decir que quizás esta sospecha es debido al hecho de que el objeto tuvo contacto – y hasta se podría decir que fue testigo táctil - íntimo de la persona para ser modelado.

El jabón hace parte de nuestra rutina diaria. Es un objeto que suele presentarse públicamente. Se podría considerar como algo perverso, aunque se le da publicidad como algo puro, algo que elimina suciedad tanto física como emocional. La publicidad de los jabones nos vende distintos sentimientos: paz (Dove), relajación (Irish Spring), sensualidad (Caress), protección de bacterias (Safe Guard).

Esta pastilla antes de ser utilizada se presenta como objeto decorativo. La barra clásica tiene el logo de la marca estampada mientras que otros productos pueden encontrarse en formas reconocibles - flores por ejemplo - como objeto decorativo. Como acto de destrucción estas formas se van borrando o deformando con el uso, causando que quede con la forma de una astilla, o "jabita", palabra coloquial para esos pedazos restantes.

“With enough soap” Tyler says, “you could blowup the world”

- Fight Club

Transformaciones de lo Íntimo

22/10/15

El artista representa a cada uno de los profesionales en forma de esculturas (accidentales) empleando su jabón, este material ha sido modelado por sus propios cuerpos. Esto trae una serie de preguntas las cuales se hizo Crespo al ingeniar su investigación. Una de ellas siendo: ¿Quién es el artista si lo moldeo otro? Lo que en cambio podemos preguntarnos ¿Existen los artistas naturales o se moldean?

Cada uno de los jabones son, esencialmente, retratos residuales de cada participante, es decir cada "jabita" encapsula rastros orgánicos del sujeto, ejemplo pelo y piel. Si bien Crespo presenta cada uno de los profesionales empleando un material efímero, es decir que se hace espuma y el olor se desvanece, después del "modelado corporal" lo que sobra se podría considerar como un mero residuo pero como Tyler el anti héroe de la novela Fight Club escrito por Chuck Palahniuk - largometraje en el 1999 - resume el jabón de esta manera: "El primer jabón surgió de cenizas de héroes, como el primer mono fue al espacio. Sin dolor o sacrificio, no tendríamos nada." Y si ese es el caso, pues pasa de ser un cuarto de maravillas y se convierte en un panteón.

Anna Astor Blanco

Curadora, Crítica e Historiadora del Arte